Agradecimientos
Este libro es producto de la contribución de muchas personas. Expresamos nuestros sinceros agradecimientos a nuestros informantes nahuahablantes, nantzin Berfalia García y tajtzin Blas López por permitirnos grabar sus conversaciones para el Módulo 3, y también a tajtzin Felipe Ramírez por su participación grabada en el Kupanuwas (puente virtual cultural) de la escuela Tamachtiluyan Alan R. King que aparece en el Módulo 2. Les agradecemos a Carlos Alberto Ruiz Cuellar y Werner Hernández por asesorarnos en aspectos lingüísticos. Algunas de las viñetas culturales fueron contribuidas por Celeste Aquino, Carlos Alberto Ruiz Cuellar, Rhina Cornejo, Karina Zelaya, Paty Silva, y Priscila Henríquez, a quienes también les agradecemos sus donaciones fotográficas. Les agradecemos a Helen Navas y Alberto Cruz por compartir su talento artístico como dibujantes. Las siguientes personas contribuyeron su tiempo comprobando la funcionalidad de los ejercicios interactivos en diferentes dispositivos móviles para optimizarlos: Inés Melara, Carolina Rivera, Hugo Garcia, Priscila Henríquez, Leda Villanueva y Astrid Estrada. Les agradecemos a Sara García y Estela Patriz por su valiosa ayuda grabando algunas lecciones. También cabe expresar nuestros agradecimientos a las personas que ofrecieron apoyo moral para no dejar morir la idea de crear un libro digital moderno para facilitar el aprendizaje del náhuat en línea, y en particular les damos las gracias a Karina Zelaya, Alberto Cruz y Lyle Campbell por su solidaridad con este proyecto. Mil gracias a Jördis Weilandt por alumbrarnos el camino y orientarnos hacia Pressbooks como plataforma digital para publicar este libro y a la bibliotecaria de iniciativas digitales de la Universidad de Alberta, Michelle Brailey, por su incansable asesoría desde el inicio del proyecto así como por su apoyo técnico en diferentes momentos del proceso. Nuestros sinceros agradecimientos a tutores y estudiantes de la Escuela Virtual del náhuat de El Salvador, Tamachtiluyan Alan R. King, por sus generosas donaciones que nos ayudaron a cubrir algunos gastos de producción. Finalmente, de forma personal el primer autor (Héctor Cárcamo), expresa el siguiente agradecimiento: el progreso o fruto en cualquier área de actividad humana ocurre gracias al trabajo de quienes “sembraron la semilla,” entonces podemos decir que este libro en gran parte, es el fruto de la semilla náhuat que Alan R. King sembró en muchos de nosotros y hoy nos enorgullecemos en continuar con su legado. Padiush Alan!
